Comer & Beber. Restaurantes.
Lugar pequeño y ruidoso, atendido por sus dueños, un matrimonio con varios hijos que trabajan en le lugar. Ubicado en un edificio, que data de las primeras décadas del siglo XX, de tres pisos y totalmente reciclado:
los pisos de pinotea y las molduras en techos y paredes brillan nuevamente con su viejo esplendor. Va a encontrar platos simples como la suprema maryland, el lomo a la pimienta o al champignon, o un típico flan casero. Además, todos los días hay sugerencias de la cocina y los precios no son para nada excesivos. Como los responsables mantienen la línea de clásicos porteños, se recomienda seguirles la corriente y pedir matambre con ensalada rusa, bife de chorizo con papas fritas y pastas caseras. Entre los postres vale la pena el Sambayón, con "m" y como en los viejos tiempos, que se prepara en el momento.
Opiniones