Martiniano Arce, es el Filteador de Buenos Aires, manifestación popular, que junto al Tango y el Mate son símbolos de nuestra cultura. Debemos aclarar que la palabra Filete viene del latín filum (hilo) y significa “línea fina que sirve de adorno”. Tiene su equivalencia en el inglés fillet, en el francés filet y en el italiano filetto. El filete porteño tuvo su origen en la decoración de carros de verduleros, lecheros y panaderos, extendiéndose a otros vehículos de tracción a sangre, para luego pasar a camiones y autobuses. Así comenzó Martiniano, fileteando caros cuando niño y luego en camiones y colectivos, para posteriormente aplicar la técnica a la pintura de tela. Ingresar en su taller implica inmiscuirse en un cuento fantástico donde, con cada pincelada, cobran vida dragones, flores y además de personajes famosos del acervo popular argentino como Gardel, Troilo y Rivero. Martiniano hasta fileteó su propio ataúd con su epitafio en lunfardo: “Feliz descansaba el punto, estaba desabrigado, le pintaron la sonrisa en su jonca (en lunfardo, ataúd) fileteado”.