Bar con historia, testigo de tardes interminables de charlas entre amigos, que se hacen madrugadas entre vino y anécdotas compartidas. Donde se juntan a pasar un buen momento, debaten tratando de arreglar el mundo, donde nunca falta las charlas de fútbol; bar testigo de las encrucijadas amorosas, peleas y reencuentros… Detrás de la barra, esta "El Gallego", que siempre se las ingenia para renovar y recrear, aunque sea un poquito, este bar que tambaleaba entre los vaivenes políticos desde el 2001, en el cual afrontamos una de las más difíciles crisis argentinas. De hecho, el nombre de este bar refiere a aquella situación política turbulenta. La Resistencia abre en el 2001, momento en que las cacerolas de quienes pedían a las entidades bancarias que devolvieran su dinero se abollaban. Vayan a este sitio y vean como quedaron las pobres… Llenas de convexidades y concavidades. ¿Cómo terminó todo? Los bancos se quedaron con la mayor parte de nuestros depósitos y abrió La Resistencia. Cada cual deberá decir cuál es la buena y cuál la mala. Qué momento!